¿Qué es el rejuvenecimiento facial?
El rejuvenecimiento facial consiste en la utilización de distintas técnicas cuyo objetivo es el de corregir las manifestaciones del paso del tiempo en la piel.
El deterioro de la piel es un proceso lento e inevitable, que comienza a notarse en la piel de la cara a partir de la madurez. Como resultado, se pueden observar cambios en la piel, como pueden ser las arrugas faciales y los surcos.
¿Por qué se realiza?
Las diferentes técnicas se llevan a cabo con el fin de corregir las imperfecciones que van apareciendo, logrando el rejuvenecimiento de la piel de la cara y proporcionando un aspecto más juvenil y radiante. Con ello, podremos suavizar arrugas, contornear la cara y definir ciertas características faciales.
¿Qué productos utilizamos?
1. Infiltración con ácido hialurónico
El ácido hialurónico (AH) se encuentra de forma natural en el organismo, y es un elemento fundamental para frenar el envejecimiento de la piel, ya que presenta una gran capacidad de regeneración, cicatrización y protección de la piel y los tejidos.
Con el tiempo, la piel pierde nutrición e hidratación generando una pérdida de elasticidad y grosor de la piel del rostro. El ácido hialurónico permite retener las moléculas de agua en la piel y nutrirla en profundidad.
El ácido hialurónico es un gel que se aplica a través de pequeñas infiltraciones directamente en la piel. Esto favorece el restablecimiento del ácido hialurónico natural que se ha perdido debido al paso del tiempo. Esto permite eliminar arrugas, moldear el contorno facial, reducir surcos y aportar volumen.
2. Plasma rico en factores de crecimiento
El Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRFC o RPGF por sus siglas en inglés) consiste en aislar, concentrar y extraer de la sangre del propio paciente las proteínas que desempeñan una función vital en la regeneración de los tejidos.
Así, su aplicación activa y potencia la actividad regeneradora natural de la piel, dándole un aspecto más saludable y mejorando su estética.